ESyO 9

Capítulo 9

Vladimir y Zaire

El hecho de haber visto tanta sangre dejo un poco traumatizada a Ana, mientas ella tomaba sus cosas y las acomodo sobre su cama para darse cuenta de que no tenía en donde ponerlas, fue cuando la puerta se abrió y Alma arrojo una maleta a su interior, se fue sin decir nada y siguió repartiendo bolsas para después volver a su cuarto, Aire los esperaba en las escaleras sumida en sus pensamientos, fue cuando se dio cuenta en que no podía llamarlos porque no veía los números, Casandra con una pequeña bolsa en su mano la ayudo, se dio cuenta en que la luz le molestaba y cubrió sus ojos con una venda

Se sentía rara, ella siempre era la fuerte parea todo y el hecho de que estuviera impedida de alguna de sus facultades la estaba enojando a más no poder, deseaba arrancarse la venda como si así se pudiera quitar la ceguera, pero sabía a la perfección que eso no era posible, al cabo de un rato estuvieron listos, el dinero lo metieron en una maleta y se dispusieron a huir, solo teniendo a la luna como su compañera, las maletas eran grandes y pesadas pero gracias a su habilidad pudieron seguir caminando

Caminaron por 3 horas sin pronunciar una sola palabra, hasta que llegaron a una pequeña casa en la cima de una montaña, Aire se acercó a la puerta y toco 3 veces para ser recibida por sus 2 amigos Vladimir y Zaire, recordaba de haberlos conocido en una ocasión en alguno de sus viajes, pero con estos dos eran de los pocos amigos que ella solía tener que no había sucedido nada que fuera clasificación C por así decirlo

-          Hola ¿porque la capa Aire? (quitándole la gorra)

-          ¿Quién te hizo esto?, tan solo dime el nombre y yo me encargare de él o ella

-          No te preocupes yo ya lo hice (abrazándolos) solo necesito descansar un poco y mis ojos dejaran de ser blancos

-          Pasa, veo que vienes con compañía

-          Son unos amigos, recuerdas que te hable de Kaleb (señalándoselo)

-          No se ve tan magnífico como se supone pero parece un chico bueno

-          Vamos adentro, para que dejen sus cosas

La casa en donde habían llegado solo era la fachada para un largo túnel debajo de un tapete dentro de un baño que era un lugar un tanto húmedo pero reconfortante, aventaron sus maletas por ahí y se sentaron en una alfombra acomodada sobre el piso de piedras dentro del túnel, le fue algo extraño para Ana, ella nunca había estado dentro de una cueva y mucho menos en una que fuera tan oscura se sentía algo atosigada entre desconocidos, pero por su modo de actuar parecían ser algo confiables, la idea de que fueran algo que tuviera que ver con la desagradable de Aire le pesaba demasiado, ya la había intentado querer matar, pero quizás y eso era lo mínimo que se esperaba, quizás y no hubiera reaccionado tan violenta, pero el tener un novio como Kaleb parecía ser un motivo digno de que ella se pusiera de ese modo

-          Vaya Zaire ¿tu pusiste las piedras?

-          Si, de saber que venias antes… bueno hubiera estado igual pero no hubiéramos estado tan de sorpresa, ¿cuánto tiempo planean quedarse?

-          Solo unos 3 días después iremos con las estrellas

-          Con las locas esas, puedo preguntar ¿para qué o porque?

-          Intentamos perderle la pista a Mauricio

-          Ah ya me acuerdo al que le mataste a toda su familia… (quedándose un largo silencio por alguna extraña razón hasta que ella hablo algo apresurada como para querer continuar con una plática que ya no era tan amena)

-          Al mismo pero esta vez no es por eso

-          A veces me pregunto porque hiciste algo tan cruel

-          Porque ellos deseaban matarme y yo no me iba a dejar, además me dejaron muy herida y no podía permitirles eso

-          Si pero tú te manchaste, mataste hasta al perro

-          Se lo buscaron, como mi naturaleza lo indica y como sus tradiciones lo dictaban estábamos destinados a morir de alguna forma relacionados

-          Oye y los demás que no los vas a presentar, bueno mi nombre es Zaire y vivo con este tonto desde hace como 300 años, pero después de los 50 esto se hace costumbre

-          ¿Son pareja?

-          No, somos casi hermanos, yo soy Vladimir ¿y tú chica rubia?

-          Me llamo Alma, yo les hice las capas

-          Son geniales, pero tenías que hacerlas ahorita ¿y quién es la que le tiene miedo a la obscuridad?

-          Ana, pero ella no importa, la de cabello negro es Casandra y el…

-          Debe ser Salem, me lo imagine por los ojos ¿y el moreno?

-          Santiago, a propósito ¿qué hay en la caja?

-          Mis películas no podía irme sin ellas

-          Eres un pervertido, yo soy Audra

-          ¿Y las otras?

-          Melani y Mirna

-          Vaya que bien oye nunca me contaste completo como te volviste vampiro y supongo en que a ellos tampoco

-          No me gusta mucho acordarme

-          Por favor cuéntanos (jalándole el brazo suavemente como si fuera un niño que esperaba un cuento)

-          Está bien, pero me tienen que tener una cama lista y un lugar en donde poner mis cosas

-          Te hechas en la de Vladimir con el de los ojos azules y las muchachas a mi cuarto y los demás en donde quepan

-          ¿No las quieres en ropa interior?

-          Mejor aún encueradas

-          Pero lo cínico nadie te lo quita tenemos 3 cuartos, en uno los hombres y en otro las mujeres, ustedes se quedan en el de allá y debemos escarbar más cuartos, anótalo eso en los pendientes

-          Junto a las otras cinco mil cosas ¿verdad?

-          Exacto, ya tienes cama lista ahora dímelo todo

-          Está bien Vladimir

-          Fue hace 600 años más o menos, todo empezó desde que yo nací, recordaran en que así son regularmente elegidos para ser vampiros, desde el día en que nacen, no pero creo que significo mucho que yo fuera la mayor de mis 4 hermanas, en total éramos 5, nací bajo una raza muy superior a todas, bajo la raza azteca, realmente era muy hermosa la ciudad y todo lo que construyeron pero bueno eran mal considerados por ser un poco agresivos

-          ¿Enserio eres tan vieja? digo en buena onda

-          Si, Santiago soy muy vieja, ¿por qué lo dices?

-          Solo porque yo solo tengo 200

-          Me parece interesante que te triplique la edad pero que les parece si nos turnamos y contamos nuestras historias, yo comienzo y así no la seguimos

-          Y luego asaremos bombones y nos pondremos a cantar verdad

-          Ignórenlo y se queda callado

-          Eso me parece bien (seguido de un grupo de asentimientos por parte de todos)

-          ¿Puedo continuar?...

Cuando Aire comenzó a hablar más seriamente pareció como si les hubiera dictaminado la orden de quedarse callados aunque quizás y la proposición no era tan necesaria, ellos deseaban escucharla, hasta Ana se mostraba algo curiosa de saber de dónde provenía alguien que desde lejos se le notaba como impresionante, si, quizás y era un tanto fanfarrona con eso de sentirse muy ruda y todas esas cosas, pero después de ver lo que le había hecho a la buscadora no tenía que preguntar más acerca de su capacidad Aire en resumen era impresionante, mientras ella les hablaba para poder contarles su historia quizás más tórrida y digna de ser documentada más que las de otros que se encontraban por ahí, sintieron como si volvieran en el tiempo, en la época de los aztecas, sus colores blancos en sus edificios, sus lujosos decorados y su muy perfecto orden de gobierno, se imaginaron sus vestimentas de manta blanca o de colores dependiendo de su condición social y hasta el tipo de casas que ellos ocupaban para poder vivir

Bueno yo era la mayor y la que tenía la responsabilidad de cuidarlas a todas, aunque se supone que debe de ser la primera en casarse, creo que todo el drama sucedió cuando cumplí 15 años, entre mis hermanas nos diferenciábamos por un año así es que la menor tenía 10, mi hermana Lluvia, pero en fin el nombre de Aire no provenía de mi madre era el de mi padre, por ser la primera y dado en que debía ser hombre mi padre me entreno en todo lo que sabía cómo si yo lo fuera, él tenía el rango más alto en el ejército así es que aunque yo no podría obtener ese cargo mi papá decidió entrenarme como su hijo para lograrlo, yo si quería ser como él, es uno de los pocos hombres que he conocido en mis 600 años que los considero dignos de ser admirados

En si siendo humana era muy fuerte, muy ágil y la más inteligente de mis amigas, y de mis amigos; en fin el día de mi cumpleaños regularmente debería ya de haber escogido un deber para mi casa pero como siempre fui mala para eso mi mamá se rindió y decidió que mejor le ayudara a mi padre, lo acompañaba a todos lados así hasta cumplir los 20 años edad ya era demasiado grande para casarme, cosa que mis otras 3 hermanas ya lo habían hecho, fue por lo cual el gobernante decidió hacerme el “favor” de mirarme, yo me había dado cuenta de que me deseaba desde la fiesta de mis 15 pero igual no le tome importancia, fue cuando el señor fue a pedirme a mi casa y como yo me negué se ofendió y se fue, lo malo fue que esa no sería la última vez, mi padre se enojó un poco, más que nada porque él era su jefe pero él no deseaba molestarme, él lo más que quería era hacerme feliz (doblando su short como si así pudiera aliviar su dolor)…

-          Lo siento ¿estás bien?

-          Si no te preocupes, no puedo llorar

-          ¿Es enserio?

-          Si Ana aunque te parezca raro nunca lo he podido hacer ni cuando estaba viva, rara vez siento dolor físico pero mis penas se van acumulando

-          Eso es muy triste, pero por favor continua

-          Gracias Casandra…

La noche después de que el gobernante fue a mi casa mi padre fue requerido para una misión muy fácil, pero me emociono mucho, la idea de que yo pudiera acompañarlo, al siguiente día lo desperté temprano y me arregle (sonriendo como esperando revivir el recuerdo más feliz que quizás y tuviera de su padre), estaba muy emocionada, lástima que ese día fue el último en que vi a mi padre… encontré en que el mismo gobernador nos acompañaría hasta la salida fue cuando sentí un nudo en mi garganta y tuve un muy mal presentimiento, al alejarnos lo suficiente de la ciudad la pequeña tropa que comandaba mi padre lo traiciono y lo amarro, siento que me resistí más que él, por eso me durmieron y lo demás es historia amanecí en el palacio del gobernador amarrada contra la pared con mi padre a mi espalda, lo desperté y el con sus dientes me libero cuando estaba a punto de liberarlo a él me empujaron y lo mataron en mi cara sentí su tibia sangre sobre mis pies y grite lo más fuerte que pude, golpee a sus agresores y los mate a golpes con mis propias manos

-          En serio eres genial

-          ¿Podrías dejar de lamerle el piso?, es molesto Casandra

-          Cállate Audra

-          Continua por favor

-          Gracias…

En fin como les decía los mate a golpes azotándolos contra el piso cuando llegue hasta mi padre el aun respiraba y me dijo mientras parecía estar dejando de respirar y sus ojos comenzaban a cerrarse del último esfuerzo que quizás y realizaría en su vida

“De ahora en adelante tendrás que cuidar a tu madre y a tus hermanas sé que si hubieras sido hombre no te hubiera tenido tanta confianza para dejarlas en tus manos pero por tratarse de ti me voy tranquilo, ahora corre”

Tome uno de los cuchillos de los guardias y lo solté cayó en mis manos y lo abrace hasta que dejo de respirar, lo bese en la frente e intente llevarme su cuerpo pero aun para mí era muy pesado, después de 10 metros estaba completamente agotada, fue cuando salieron más guardias y me sujetaron de modo en que quede hincada con la cabeza abajo uno de ellos levanto mi rostro para ver al gobernante viéndome lujuriosamente, acaricio mi cabello de una forma que me pareció horrendamente grotesca y les dijo a sus guardias “prepárenme a la mujercita la quiero atada en mi cuarto y tiren la basura

Me sujetaron entre 5 y me amarraron en su cuarto, fue cuando uno de ellos se me acerco y bajando la cabeza corto mi ropa para que quedara desnuda, el guardia me dijo “perdóname” y se fue, los demás me arrojaron pero no podían dejar de mirarme, sé que veían en mí, yo no era una jovencita sino una mujer madura y sé que en ese momento deseaban poseerme… (Mirando hacia los demás que se sonrojaron un poco por una afirmación muy cierta de su parte) Su jefe entro y los quito, él se me acerco y me toco la cara, lo mire a los ojos y le mordí la mano lo más fuerte que pude hasta sacarle sangre, jalo mi cuerda y me dejo a gatas con una sonora bofetada

Por lo cual me tiro al piso, me ato algo a la boca que no me permitía hablar y mucho menos morder; fue cuando el gobernador entro, me miraba de una forma muy sucia se quitó la parte de abajo y corrió a su empleado sin notar la sangre en su mano, se acerco lentamente hacia a mi mientras dejaba al descubierto sus partes, me tocaba mi espalda acercándose a mí, pero cometió el error de quitarme la venda y comenzó a golpearme, mientras me gritaba que deseaba humillarme y  me acercaba sus cosas a mi cara insultándome

Me puse seria y disfrace mi asco, me hinque y le dije que me portaría bien si dejaba de golpearme el accedió e intente poner una pose sexi, le pedí que me soltara y el muy idiota accedió, me hinque como si fuera a hacerle el servicio completo, me acerque a sus cosas y le arranque un testículo (provocando que los hombres e quedaran con una expresión de dolor profundo en el rostro esperando que ella no les diera una demostración muy gráfica de lo sucedido), le di una patada y lo tire escupiéndoselo en la cara mientras lo pateaba, (riéndose algo divertida, pero intentando ponerse seria de nuevo) tome una estatua y se la metí por el ano, luego le rompí el cuello, tome una cobija y me tape

-          Vaya yo que ya iba a ir a buscar a ese tipo pero veo en que tú te encargaste de el

-          ¿Y luego?

Salí del cuarto para encontrarme con todos los guardias esperándome, dado en que era muy rápida corrí lo más fuerte que pude pero tire la cobija, mientras corría por todo el palacio desnuda, me di cuenta en que este no era el de la villa, estaba en medio del bosque, no sabía a dónde ir y me subí a un árbol a observar los movimientos, los guardias salieron a buscarme, me escondí entre las ramas, ninguno me vio aun cuando la mayoría salieron a buscarme 

Solo dejaron al guardia que me había pedido disculpas, en ese momento sentía en que me observaban de arriba pero no quise voltear cuando supe en que todos habían huido baje para ver si podía conseguir algo de ropa, nadie me vio así es que tome ropa de los guardias que estaban por ahí, pero no me cubría mucho, entonces tome ropa de mujer, y me cubrí hasta la cara, cuando me encontré al guardia al salir dijo: “no hace mucho calor para salir así señora” “no, debo cuidarme de las enfermedades” justo cuando se me callo lo que llevaba en la cabeza, el me miro a los ojos y me volvió acomodar lo que llevaba; me acompaño hasta un cruce, mientras me trataba como si fuera una anciana y me llevo hasta otro pueblo me compro ropa y en medio del bosque me vestí, le agradecí y, corrí de vuelta hacia mi casa

-          ¿Pero no te irían a buscar ahí primero?

-          Si pero no podía dejar a mi mamá y a mi hermana solas , ellos conocían a mi familia fue cuando uno de los amigos de mi padre entro a mi casa, casi un justo a tiempo, me entrego dinero y cargadores, huimos a un pueblo escondido entre las montañas durante dos años pero tarde o temprano su amigo decidió cobrarse el favor y tuve que casarme con el

-          ¿Oye entonces cuando te convirtieron?

-          A eso voy paciencia… después de la boda tuve que cumplir con mis obligaciones maritales así es que …

-          ¿No me habías dicho en que eras virgen?

-          (Riéndose) También de ilusiones vive el hombre

-          Que manchada Mirna

-          Claro que lo era me refería a … limpiar y hacer la comida

-          Pero tú no sabes cocinar

-          Por eso se enojó eso y que descubrió que después de seis meses aun no me embarazaba

-          ¿Eras infértil?

-          Sí, pero de todos modos yo no tenía madera para ser madre podía encargarme de mi madre y hermana pero no de un hijo, mis hermanas si tuvieron varios pero yo ninguno

-          ¿Pero lo querías?

-          Ni soñando, era más grande que mi difunto padre y además un pervertido, cuando yo no quería que era casi siempre metía a muchachitas más jóvenes que mi hermana a mi casa, estaba harta y cuando se lo conté a mi mamá se enojó y me golpeo, quizás eso me traumo más, como no quería estar ya ahí,  un día intente  huir el me descubrió y me amenazo con dar aviso a los que me buscaban entonces supe que debía de matarlo antes y huir después; como mis hermana se habían ido y ya tenían familia me dispuse a ingeniar un plan, deseaba huir cosa que no podía hacer ya que me cuidaba día y noche, fue cuando lo conocí

-          ¿A quién?

-          Al que me convirtió en lo que soy ahora

-          Enserio y ¿el cómo te ayudo?

-          Entro a mi casa una noche…

Estaba sentada contra la pared, entro por una ventana, se acercó a mi cara y me miro directamente a los ojos… aún recuerdo esos penetrantes ojos rojos que parecían desnudarme con la mirada (quedándose un segundo perdida en el recuerdo y al ver que todos esperaban que continuara se agito un poco la cabeza y continuo como se debía), le dije: “por favor deshazte de mi marido y llévame contigo” como era de suponerse no me entendió nada, no hablaba mi idioma me di cuenta de que no era propio de ningún lugar que yo conociera era muy guapo, debo reconocerlo, me seguía mirando sin entenderme nada, con mi dedo comencé a dibujarle en el piso varios muñecos en los que trataba de explicarle que lo matara, me miraba extrañado

Entonces decidí actuar para el intentando decirle eso pero no me entendía de ninguna manera, me tomo de la mano y se empezó a reír de mi pensando en que eso intentaba, me deje caer en el suelo y él en serio trataba de decirme algo pero de todos modos no entendía, se sentó a mi lado, y suspiro, fue cuando entro mi marido en mi cuarto y yo le dije a mi marido que lo matara para que el otro lo hiciera y así se destruyeran entre los dos y pudiera huir, lo malo es que el de los ojos rojos detenía todos sus golpes, mi marido tomo su espada y lo lastimo en un brazo, él se enojó y lo golpeo dejándolo inconsciente me tomo de la mano y me indico la salida, yo tome la espada de mi padre, le corte la cabeza a mi ex marido, empuje al tipo este y me salí corriendo con la espada hacia el bosque, al poco rato me canse y me senté en medio del bosque encontré frutas y me las comí, después de vivir una vida como la que había tenido, te acostumbras a muchas cosas, como a comer cosas raras

El de los ojos rojos llego, se me quedo viendo se señaló y me dijo algo raro supongo que era su nombre pero como no le entendí le dije S y parece ser que le gusto, le dije el mío y me quede callada, lo mire a la cara y me acerque a él, pareció que me tenía miedo porque retrocedió, me voltee y seguí caminando, corrió y apareció enfrente de mí, realmente no me asuste, lo quite con mi brazo y seguí caminando con la espada a cuestas, intento quitármela y lo ataque con ella, él la detuvo en seco con su mano mientras yo la empujaba para intentar herirlo, me di cuenta en la sangre en su brazo que estaba herido solté la espada, levante la manga de su extraña vestimenta y toque su sangre para descubrir que no había ninguna herida ahí, lo mire con extrañeza y le dije que me contara su secreto para la inmunidad, para variar no me entendió, me agache para levantar la espada, me tomo por la cintura, me levanto y me llevo a una cueva e intento hacerme suya, por lo cual el di una cachetada fuertemente, mientras él me miraba desconcertado

-          ¿En serio lo golpeaste?, pero si eras una humana ¿que podías hacer frente él?

Me di cuenta de que no era algo normal desde el principio pero no le iba a demostrar que era una presa para él, me miró fijamente y se sentó en una roca frente a mí, y yo hice lo mismo, creo nos miramos durante horas y el cada vez se ponía más blanco, yo me reía cada vez que su piel cambiaba, supe que no me mataría en ese momento y menos aun cuando comenzaba a amanecer, él se metió en la parte oscura y yo lo seguí, me di cuenta en que no saldría así es que tome mi espada y cuando disponía a irme el corrió por mí, me di cuenta en que le salía humo pero me tomaba con firmeza, deje mi espada en el piso y él me soltó, corrí y me bañe

Comí algunas frutas y animalitos del bosque, logre atrapar a uno y se lo lleve, era una liebre que aún se movía, se la di y pensando en que la cocinaría prendí fuego pero escuche el chillido y lo vi cuando bebía su sangre, sinceramente me impacto un poco, lo mire y me quede así hasta cuando termino, el tomo la espada y no la soltó hasta el anochecer, mis primeras suposiciones es que era un dios que necesitaba sacrificios pero sus deseos eran tan terrenales y carnales, bueno mientras estaba ahí viéndolo primero pensé en huir pero abandone la idea al ver sus brazos rodeando la espada de mi padre, me tire al piso, me acosté y lo mire de frente, se sentía incomodado por mi mirada así es que lo seguí haciendo…

-          Vaya eso es tan romántico aunque algo traumarte, ¿después de eso te dejo ir?

No, sabía que estaba atada a él por la espada, pensé en que si lo mataba se la quitaría pero eso era imposible a menos que tomara esteroides o drogas, un poco de peyote quizás pero no consumía regularmente me acerque a él y lo bese, mientras lo distraía le quite la espada y cuando iba a salir estaba en la entrada y me regresaba, estuve así casi toda la noche hasta que me canse y me senté, el sueño me ganaba pero no planeaba dejarle mi cuerpo a su total disposición, que tal si me mataba o aun peor rompía la espada

-          Debiste haber tomado una mejor decisión en cuanto a tus prioridades

No, la espada era muy valiosa, en ella venia el rango de mi padre y la sangre de muchos soldados que habían caído bajo su espada, cuando se hizo otra vez de día me acerque a la entrada, así dure tres días sin comer ni dormir, pero el cansancio y el hambre me alcanzo y me dormí detrás de una roca en donde daba sombra pero que él no me alcanzaría lo único malo es que dormí demasiado y amanecí dentro una cuerda amarrada a una cobija, no me molesto tanto pues tenía frío, lo mejor es que él no estaba, como pude me senté y con mis dientes rompí la cuerda pero él se había llevado mi espada, cuando note que él había dejado sus cosas también

Así es que supuse en que volvería, corrí a revisarlas para percatarme de que llevaba cosas muy raras para mí en esa época, por principio tenía un libro algo que nunca había visto y lo mire con gran entusiasmo, una vela y ropa de él, y como mi ropa estaba ya muy dañada encontré algunos trapos y me cubrí con ellos mientras miraba el libro bajo la luz de la luna

Cuando el regreso aun lo tenía en las manos y como me asusto me corte con el papel por lo que una gota de mi sangre corrió por mi mano, él se agacho y la lamió como degustándola, me llevo comida y yo comí apresuradamente y luego me convirtió en vampiro, fin de la historia

¿Pero qué paso?, ¿y lo demás?

-          No les voy a decir nada más, es suficiente con lo que les he contado como para analizarlo durante todo un año

-          ¿El que te convirtió fue Sario cierto?

-          Si, ¿lo conociste Vladimir?

-          No realmente pero un día escuche de él, hace tres años creo te buscaba

-          No lo creo se enojó conmigo pero sé que lo volveré a ver, ¿qué oíste?

-          Cosas sobre su carácter pero lo que dices no concuerda mucho con su descripción

-          Si, regularmente lo describen como el malo de la historia pero solo era incomprendido

-          ¿Sabes a donde esta?

-          Si y él también sabe de mí, no me ha buscado porque no quiere

-          En eso tienes razón, pero ¿porque tenía los ojos así?

-          Así nació, cuando se convirtió en vampiro eso le dio más poder, por lo cual es tan temido, si lo volviera a ver no sé qué debería hacer

-          ¿Qué paso con él?, ¿por qué te peleaste?, bueno se pelearon

-          Esa es otra historia además estoy cansada, ¿la invitación a tu cuarto sigue en pie?

-          Claro, por favor ve a acostarte

-          Gracias hasta mañana

-          Pues que seamos todos al rato le seguimos

Se repartieron los cuartos y se durmieron, el clima era tranquilo pero como Ana no podía dormir en medio de tanta gente se durmió en medio de a donde habían estado, a ella se unieron Salem y Alma que se durmieron a su lado sobre el suelo, el amanecer comenzaba y el anochecer estaba lejos, por lo cual no podrían salir, todos se morían de hambre, así es que intentaban entretenerse en algo, su siesta solo había durado 3 horas y la mayoría se encontraban malhumorados y sin ganas fue cuando a Zaire se le ocurrió la estupenda idea de dedicarse a escarbar cuartos con el miedo de hacer un hoyo que diera a la superficie y los matara a todos, comenzaron a hacerlo con las manos

La casa, bueno si a eso se le puede llamar casa constituía en una pequeña y vieja casa que se caía, superficialmente, esta aun guardaba sus cuartitos y todo lo demás con todo y muebles pero lo que ellos querían era hacer una casa de lo doble de grande por abajo, pero la flojera y la falta de alimento provocaban que el plan fuera pospuesto en varias ocasiones por lo que había un cerrito con piedritas en el baño exterior, las bajaron todas y se dedicaron a escarbar mientras compactaban un poco la tierra, en un lugar tan chico y con tanta gente dentro se comenzaban a acalorar

-          Oigan para monstruos como nosotros de sangre fría, esto comienza a calentarse un poco, más que nada por sus capas

-          Si hace algo de calor pero yo sigo ciega así es que sigan escarbando

-          ¿En serio no puedes ver nada?, por lo menos deberías callarte

-          Me quede ciega mas no muda, no te preocupes en cuanto vea nos vamos

-          Sabes que no te lo digo por eso, que les parece si comenzamos por hacer los cuartos más grandes, a ver cuántos somos creo somos 12, dividámonos en grupos de tres para incrementar los cuartos y que quepamos mejor, hay están esas piedras y si hacen falta más… lloren por favor, hay que hacerlo así, los líderes seriamos nosotros 2 , Aire y tú el de los ojos amarillos

-          Salem, sale ¿quién escoge primero?

-          Yo, pido a la rubia y a las hermanitas

-          ¿Tenían que ser mujeres todas?

-          Claro de todos modos no hay muchos hombres

-          Yo pido a Kaleb, Santiago y a Melani

-          Hasta que te aprendes el nombre Aire, ¿por qué no escoges a tu socia?

-          ¿Disculpa? (sonando obviamente molesta por el comentario)

-          Mejor déjame a mí a Kaleb y a Santiago, nosotros podemos hacer un equipo con Vladimir y así seremos un equipo de hombres

-          Me parece bien para mi

-          Oigan pero yo también soy hombre

-          A veces dudamos eso, así  es que lo dejaremos en un ya veremos, de todos modos esa me parece una idea muy tierna se merecen un día de solo chicos para sentirse mejor

-          Bueno entonces nos vamos para el cuarto de Vlad

-          Si claro eso me mata de emoción

-          Suena bien las hermanas y Ana se van conmigo

-          ¿Estás segura Aire?

-          Claro, debería de preguntarte mejor eso a ti, verdad Kaleb

-          No, no es eso

-          Entonces me quedo con la rubia, Melani y la otra ¿cómo te llamabas?

-          Mirna, gracias por recordar mi nombre

-          Por nada, nos vamos al cuarto de ahí

-          Esperen ¿no eran equipos de 3 personas?

-          Si pero nos gustó más de cuatro, miren comenzamos con los cuartos para dormir y luego entre todos venimos aquí al principal ¿les parece bien?

-          Por mi está bien

-          Y por mí también

-          En fin el equipo de Salem era el equipo 1, el de Aire el 2 y el mío el 3 ¿qué les parece?

-          Perfecto nosotras nos vamos al cuarto de Zaire

-          Nosotros al de Vladimir

-          Y nosotros al de huéspedes, ese debe de quedar lo suficientemente grande

Todos se fueron a sus respectivos cuartos, pero mientras escarbaban se dedicaban a platicar, algo acalorados aun, pero intentando conservar la poca desdecía que aún les quedaba en esos viejos huesos