jueves, 8 de marzo de 2012

Reto de los papeles


Hoy camine justo hacia su casa, me detuve en la puerta un instante y vi a ese insano e hiperactivo perro que tiene en la entrada siempre jugando, corrió a recibirme como si fuera alguien más de la casa, le acaricie el pelo un instante, solo quería revolver esos extraños chinos que tiene en la cabeza, el otro perro de nombre de persona solo me miro extrañado e intento tener la misma interacción que suele tener “el señor perro” conmigo, pero la verdad ese perro no tiene un encanto tan dulce como el
En si no sabía bien que hacer, pero esos dos me dieron ese perfecto pretexto como para empujar la reja que protege la casa de la demás calle y aventurarme a golpear la puerta, un pequeño niño me abrió lo puerta, le di el paquete en las manos, agradecí por el favor de dejarlo en un sitio conveniente y solo di media vuelta hacia mis clase como lo tenía planeado
Quizá y solo fueron una serie de casualidades que hicieron que precisamente llegara ante esa puerta y terminara por dejar ese paquete, había tardado bastante tiempo en hacerlo e inclusive ese mismo día por la mañana y la tarde lo había estado afinando y dando esos delicados toques finales que le hacían tanta falta, me había aventurado a terminarlo para ese día, para que justamente alguien lo dejara aventuradamente sobre la cama o algo por el estilo, lo único que deseaba era dejar ya ese paquete porque de alguna manera lo sentía como una bomba que necesitaba ser dejada en algún sitio
Todas esas cosas hicieron que de alguna manera el momento de incognito fuera perfecto, desde le hecho de no haber tomado un transporte público y hacer un recorrido a pie por todo este pueblo de vacas, el camino hacia mi cuso para encontrar la puerta cerrada por llegar demasiado temprano, el movimiento irregular de mis piernas que me habían hecho escoger dicha ruta como para que llegara justo en el momento en que me encontré a alguien que me dijo que efectivamente había alguien en casa que podía recibir el paquete
Pero cuando lo deje, cuando di vuelta en la esquina hacia la calle a la cual me iba a aventurar algo mágico sucedió, me hizo pensar seriamente en que pasaría si me lo encontrara yendo el hacia su casa y yo corriendo por que de seguro y se me había hecho tarde, el tiempo ya no tenía un control de el por así decirlo, me había quedado sin teléfono, sin reloj, sin agenda, sin nada prácticamente
Pensé extrañada en esa mochila rojo con negro con la que siempre anda cuando va a su trabajo, ese andar extraño acompañado de unos audífonos en un volumen tan estridente que parecería que se quedara sordo en un futuro no muy lejano, cosa que extrañamente algunas veces hago, me lo imaginaria con la cabeza agachada como siempre, meditando algunas ideas, recordando la última vez con la que me había topado con el
Me quite los lentes y les di una ligera sacudida ante eso, si eso mismo sucediera, ¿cómo se supone que yo iba a reaccionar?, ¿qué es lo que diría?, ¿solo lo miraría fijamente esperando ese momento en el que me lo fuera a encontrar de frente?, esperando el justo instante en que lo mirara a los ojos al pasar junto a él y que de pronto lo hiciera salir de sus pensamientos para darse cuenta de que era yo
A final de cuentas ¿cuál iba a ser mi justificación?, de seguro y no podría aplicar la misma de siempre de preguntar primero y hacer que la otra persona se distraiga pensando en la respuesta, simplemente lo hubiera visto asombrada de todo lo que había tenido que recorrer, todo lo que había tenido que sufrir para estar frente a él, para saber si todo ese esfuerzo de verdad y había valido la pena
Quizá y lo único que iba a hacer era perder el ciclo de todo lo que estaba haciendo, mirar extrañada hacia mi muñeca, ya iba tarde de todas maneras, el toparme con el sería extraño y además de todo, de seguro y tendría algún tipo de retardo, no debía de hacer más tiempo con esas suposiciones extrañas, lo más gracioso es que cuando salí de esas suposiciones tuve que apartarme del camino por que un grupo de ovejas estaban saliendo hacia la calle, pensé por un instante en el tipo de viviendas corrales en las que vivimos aquí en este sitio
Tome algo de aire, gire la cara, sentí ese perfume característico y extraño, pero en cuanto mire detenidamente todo era producto de mi imaginación, lo raro es que tenía el cabello lejos de mi rostro como él suele hacerlo, por lo que lo único que me quedo fue suspirar de nuevo y tomar mi bolsa para irme lo más rápido que pudiera de ahí
En cuanto llegue a la clase di un largo suspiro, había corrido bastante rápido como si me diera miedo que el niño abriera la caja y regara todos los papeles por la habitación si no me iba pronto, como si la bomba ya hubiera sido plantada y solo esperara a que esta explotara
Eso mismo solo me hizo sentirme más extraña, me hubiera encantando esconderme en su closet a esperar a ver su rostro al ver la caja, al ver ese delicado regalo que tanto trabajo me había costado, las palabras quizá y era lo de menos, a pesar de que me cueste expresarme en cuanto comienzo con una palabra termino con algo similar a una novela, pero algo de mí, algo tan personal de mi para alguien más, eso sí era complicado
No puedo creer que de verdad y haya escrito, cortado y numerado tantos papeles pensando en una sola persona mientras lo hacía, con una sonrisa extraña al hacerla, recargar el plumón justo en donde me había hecho un corte por la mañana sin querer y notar que de nuevo la herida se había abierto, inclusive eso no importo, ese gusto masoquista no me interesaba en ese momento, ni me tome la molestia de limpiarme una herida con la lengua como suelo hacerlo, pero lo único que interesaba era terminar la tarjeta, el dolor en las piernas no interesaba, el dolor en la espalda mucho menos, el dolor del dedo no era nada, todo era terminar ese reto, todo era terminar esos papeles
Inclusive cuando iba caminando hacia ese sitio me sentía más nerviosa de encontrarlo y no saber que decir a ese extraño hombre que me seguía y que termine amenazando con mi botella con agua, caminar, correr, quedarme sin aliento no intereso, ni siquiera intereso el tiempo que invertí, daría miles de horas mas solo por ver esa sonrisa divertida al ver el reto que solo puedo inventarme porque no pude ver
Como me hubiera gustado ver su carita de ternura al ver algo tan cursi que ni siquiera pensé que terminaría haciendo, como me hubiera gustado ver ese gesto serio al hacer los cálculos para saber cuánto tiempo aproximado me había tardado, como si los datos matemáticos lo fueran todo, tarde cerca de unas cuantas semanas en cortar papales porque lo hacía solo cuando tenía tiempos libres,  tarde mas en poner los números por qué no encontraba de vez en cuando los bolígrafos del color adecuado y no podía hacer un revolvedero con eso mismo, inclusive fue trabajoso el poner la letra más perfecta que pudiera en las instrucciones para hacerlo lo más claro posible
Quizá y entre todos los datos matemáticos tampoco se incluyo mi obsesión de perfección en todo momento, si un papel tenia algún pedazo de mas simplemente lo rompía y tomaba otro, de seguro y muchas más hojas fueron usadas debido a eso, quizás y se me fueron algunos papeles imperfectos por la desesperación del final, aun así, cuando me equivocaba solo rompía las hojas molesta y me ponía a hacerlo hasta 5 veces tan solo por que quedara bien
La división de los papeles, el tamaño justo de los mismos, ni muy grande ni muy pequeño, las clasificaciones de los papeles, el código de colores, las hojas usadas para el propósito, sin ningún detalle de ser posible, cada hoja cortada por mí, cada numero o letra escrito con el mayor de los cuidados
Debería o podría haber quedado mejor si no hubiera tenido esa molesta herida, de seguro y hubiera quedado tan perfecto y en menos tiempo como yo lo deseaba, pero solo tenía la molestia que no me dejaba hacerlo más rápido, de seguro y me hubiera puesto como loca si manchaba de sangre, en lugar de pensar en el dolor
Solo termine el reto, quizá y fue más reto para mí, de seguro y es complejo, pero no imposible ponerme a hacer ese tipo de cosas,  ahora el único vestigio de todo lo que hice es manchas de marcador en las manos, un dolor de espalda inexplicable y un desorden extraño sobre mi cama, un bolígrafo entre mis sabanas, unos marcadores encima de mi ropa, papeles regados contra la pared y un diurex pegado en el techo, nadie de verdad y pensaría que eso lo haría por alguien, nadie de los que me conocen me creerían tan dedicada para algo como esto, solo soy fría como dicen muchos, pero aun así, termine el reto de los papeles y me alegra saber que el resultado fue un éxito